Wednesday, April 28, 2010

para tu

Deja que se vaya, que atraviese la muralla que se pierda pilucha en la playa

Y que amanezca otra vez

Fuera del peligro letal de su saliva y su mascada y su rabia

Extirpa ese apéndice que se agarra de las bolas y de los codos y chupa

Bolsa de carne a cuestas y nos cambiamos de madriguera

Tu ves a los lejos a los camaradas histéricos orbitando en posas de ectoplasma y jugos que deja al pasar, como insectos concientes, adictos a su néctar infértil.

Friday, April 16, 2010

devuelta

Empieza esto con una fuerte sospecha de lo inútil que me he convertido.
Sin espacios que llenar incluso bajo una densa y transitoria resignación.
En una hilera de iguales pero aturdidos colegas esperando el llamado de la fortuna.
Remarcando obsesivamente las oraciones prefabricadas para los múltiples formularios.
Los puntos de las ies se alteran desde estrellas a corazones rajados a cruces indefinidas a comas y acentos que taladran el papel. En ese espacio ambiguo donde hay que sellar el destino, las metas, los objetivos. Y no tengo idea de nada, salvo que puedo dibujar las letras más imposibles, borrar las manchas con pan, con tal de llamar la atención de los inspectores petrificados y esquivar el sinsabor de esas filas atestadas.

Wednesday, April 14, 2010

blanco

Esto se siente como el desorden
El olor incontenible de las sombras maní
tostado maní
El flash melodramático, que ilumina todo como la primera madrugada del mundo
Lo estamos pasando dinamita
Mordiendo uñas rojas de fiebre
La leche guillotinada
esparcida en tu uniforme temporero
brilla como si estuviese todo en tinieblas
El acero muerto en una parálisis suspendida
Un tren naufraga en el asfalto

Tuesday, April 06, 2010

reporte rapido (constitución, abril 2010)

Los vecinos y el cahuín a la orden del día, ahora sin paredes, expuestos como en dogville pero sin hacerse los locos. Estan todo el día a la vista de los que quedan, entre el barro y los escombros, televisores, muñecas, microondas, monopatines; objetos tiernos e interfectos en las ruinas manoseadas del suburbio.
Izaron una bandera en el frente- para avisar que están vivos y declarar una pertenencia lejana. Testigos obscenos de sus propias excavaciones, como arqueólogos avaros y silenciosos. Recolectan artefactos oxidados y acaparan. Dejando ver en ese materialismo escencial, que no somos más que números descendiendo en una cuenta regresiva.


Ariel llego en bicicleta desde Puerto Williams, recolecta todo tipo de metales para venderlos a 40 pesos el kilo. Tuvo su propio maremoto el ‘92, cuando perdió a su hijo y a su esposa en un accidente todavía misterioso. Desde entonces cogió su bicicleta y se puso a pedalear por chile parando solo a cachurear, de desastre en desastre, olfateando como un sabueso famélico tesoros ferrosos, chatarra de sentimentalidad confusa. Construye a su propio modo. Y al final del día mezcla las ganancias en una olla carbonizada y se lo embute con ganas.