berp
Deberia llamarse blanca
nuestra decadencia narcisa, la época fatal
fetiches y fantasías hundido en los colores y no el trazo de la verdá
la fábula de esta nube imprecisa de significados,
alegóricos, lúgubres - cada individuo habita difuso, simulaciones de carbón
son gobernados por una entidad desconocida y auto regulada
la clandestinidad, una mitología / como cuevas y lavados de cerebro
guerrilla
neutralidad poluta, ese espacio anárquico / de humanos multiformes y renegados / basurero thrasher / incontenible
Dispuestos al sacrificio, a asumir el dolor de las consecuencias en nombre de la justicia.
Los desastres crónicos se observan con templanza y expectativas. Para aliviar la incertidumbre, para tener un plan de contingencia y evitar sucesores de Jim Jones, o el nipón del gas sarín. Que en el vértice de la angustia recluten a los más desesperados en las líneas de sus cultos como soldados apocalípticos para acelerar un proceso del cual no seremos testigos. Todas las erupciones anárquicas se producen dentro de nosotros y esas manifestaciones simbólicas materializan esa zozobra (individual) de desaparición, más el componente violento y fratricida.
nuestra decadencia narcisa, la época fatal
fetiches y fantasías hundido en los colores y no el trazo de la verdá
la fábula de esta nube imprecisa de significados,
alegóricos, lúgubres - cada individuo habita difuso, simulaciones de carbón
son gobernados por una entidad desconocida y auto regulada
la clandestinidad, una mitología / como cuevas y lavados de cerebro
guerrilla
neutralidad poluta, ese espacio anárquico / de humanos multiformes y renegados / basurero thrasher / incontenible
Dispuestos al sacrificio, a asumir el dolor de las consecuencias en nombre de la justicia.
Los desastres crónicos se observan con templanza y expectativas. Para aliviar la incertidumbre, para tener un plan de contingencia y evitar sucesores de Jim Jones, o el nipón del gas sarín. Que en el vértice de la angustia recluten a los más desesperados en las líneas de sus cultos como soldados apocalípticos para acelerar un proceso del cual no seremos testigos. Todas las erupciones anárquicas se producen dentro de nosotros y esas manifestaciones simbólicas materializan esa zozobra (individual) de desaparición, más el componente violento y fratricida.