la distancia inverosímil de la nostalgia súbita al presente como un calendario obsceno [que retrocede una jornada y avanza otra] todos los días terminan en la mitad
y la peligrosa cercanía de potenciales enemigos en esta casa maloliente, como un espacio de mi cerebro en el cual puedo deambular de un lado para el otro las paredes se acercan cada medio minuto sofocante y viscosos se arrastran y cuajan los restos dispersos.
..perdiste la cabeza, dejaste todo al azar de la inmediatez concreta. No no no. Yo no me lavo el cerebro nunca más. Almuerzo, tomo 2 litros de agua y administro discretamente un enema. La mierda me asusta. Necesito acabar. Con todo. Ahora. limpiar-aspirar-estrujar.
Ese compás demasiado cómodo: huevos en la mañana, embriagarme los miércoles, si estoy en un prado deshabitado quiero coger o en su defecto corrérmela mirando las estrellas y pensando en un prototipo matemático de hembra. Que me maldiga y deteste mi cara gris y mis comentarios pasivos con dejo a inconformismo. Pero que ame mi verga y me la chupe resignada. Tal vez porque le calienta la sumisión y la arrogancia infantil de un amante mongólico capaz de realizar sólo una tarea.
Dos masoquistas sin un sádico a la redonda no funcionan. Es imprescindible que otro vea el error y lo use en nuestra contra.
Como caminar semiconsciente por una plaza mal iluminada. Sin miedo, sin culpa, sin memoria, ser sin disimular. Simular estar. Quedarse sentado en una banca y echarse sin querer dormir.
Un tropel de encapuchados
Escupiendo sangre de sus pulmones pobres
Sobre la pared y el grifo.
Dejando un rastro coagulado como señal de auxilio, migas tuberculosas de marraqueta
Última advertencia / una cabeza de vaca / una nota de reclamo
Una granada cocinada en trayectoria. Una papa ardiendo. Metérsela por la garganta a la santa vaca y hacedla volar!
Habrá carne para todos
Habrá leche para todos
Y un caudal de sangre enferma y sacrificio corriendo como nervio de las trincheras. Las calles mojadas.
Carteles pegados con engrudo, uno sobre otro, anuncian cursos de yoga y filosofía. Y una tipa de papel – que ha visto todo desde el semáforo de enfrente- se desgarra en su cama de hollín.
Las calles están ahora tomadas.
Números de teléfono pintados con plumón rojo y un recorte de revista de Andrea Tesa sin piernas ofertan felicidad. Modesta felicidad y visas a EEUU y lecturas de horóscopo y bancos de esperma.
Los mensajes urgentes del porno – una maraca estucada con medio kilo de cholga colgando gime en Morse.
Al llegar al orgasmo después de soportar impertérrita las perforaciones mecánicas de su amante narciso.
Una exhibicionista aficionada escribe “dreamer?” con lápiz labial sobre papel tapiz mientras enseña sus nalgas juveniles. Y el espectador en su fascinación lo lee de un vistazo cansado, no habla inglés pero entiende. Y se pregunta después de eyacular ¿wtf?
Con su cara neutra de polilla que azota la cabeza contra objetos luminiscentes una y otra vez.
La pregunta tierna pero mordiente querrá decir: ¿fuiste alguna vez un soñador?