Friday, February 25, 2011

el rumor de los parques incompletos

El horizonte se abre como los días futuros

Las nubes mutan la deserción

Un día todo se desprende como piel quemada

Y queda el hollín

Transpira el hambre

El crujido remoto de los interiores se escucha a través de una verruga terráquea que estalla una vez cada quién sabe.

Himnos estériles levitan en el desgarro héroes desfigurados de gloria inyectados en los picos majestuosos y las rocas hirviendo y el hielo desprendiéndose

Hay tanta neblina y pasos y olor a carne decapitada.

Un murmullo esclavo

Martillos y cadenas y los movimientos limitados en corrales y en sueños

El big bang de la venganza disimulado hasta la ebullición centígrada del temple

Y las costumbres rectificadas. Más se esparce o coagula que se olvida

la expresión mínima de la utopía.

Hay monarquía

No hay monarquía

Thursday, February 24, 2011

vermouth

Cucarachas choras se toman las calles, bloquean las entradas y dan un respiro en las salidas, para que escapes sin procesos. Se detienen sin miedo, impasibles, esperando que retrocedas y sigas tus asuntos en otra esquina. Como portadoras de un secreto sagrado, de un campo de fuerza repugnante inyectado en los escrúpulos de sus potenciales enemigos. Solo mueven sus antenas-radares como microchips prehistóricos y tientan a los bípedos aplastantes con una ondulación bravucona. Nunca retroceden. Prefieren convertirse en mermelada para el asfalto.

Resguardan el cuadrante mugriento de sus procesiones nocturnas.

Intonarumori

Motores, máquinas, taladros, escapes rotos, bocinas, alarmas y las voces gruñonas y poco delicadas de los peones.

Tuesday, February 15, 2011

vive!

Mi raza tiembla crónicamente, en secuelas sospechosamente parecidas. Deja vu nervioso.

Sin poder enmendar el cataclismo primigenio. Sin contener la hemorragia de las heridas ascendentes. Sin querer entender el efecto tectónico de nuestros actos ciegos. La casa está llena de mesas duras y botiquines de primeros auxilios con vendas y frascos de arsénico ( ). Para ahorrarnos la molestia de la agonía y la preocupación del conserje. El sacudón se espera casi como se esperan los incendios en otros lugares, desparramados en el sofá, bebiendo café.

(Sorber café es el acto posible más violento).

Mirando cada uno a un punto distinto. Husmeando las casas de otras gentes en el diario. En especial sus lugares de espera. Terrazas y balcones. El equilibrio perfecto entre la nada y lo bello. Un simulacro noble de la existencia correcta.

Amenazada, puesta a prueba, incapaz de prevalecer.