conserge II

El dinero no es importante, aunque la mayor parte del tiempo lo echo de menos, puedo vivir sin él.

Simplemente me cansé del día. De la cantidad de autómatas "despiertos" arrastrando su anonimato por las veredas de un sentido, mandungueados por los semáforos y los timbres y los neones y el ritmo del pito de los pacos y bocinas.

No quiero entrar calladamente en la noche articulada, después de perseguir las sincronías del día.

Viejo truco. Sucedáneo de limón refrescando lo irremediablemente insípido, ridiculizando el sabor de la supervivencia.

Turista en la ciudad de memoria con cuaderno de bitácoras y libros gruesos recortados por capítulos. Consignado a cualquier lugar, sin transporte, sin entender una palabra.