Friday, April 28, 2006

mira a la cámara con cara de caliente




Una vuelta por el museo de arte contemporáneo y dí con él en la tienda de libros y souvenirs:
Araki Nobuyoshi. Me recordó de inmediato al pintor vienés muerto a temprana edad producto de una sífilis aguda detectada demasiado tarde; prostituta que encontraba iba a parar a su estudio apartamento para ser follada con insanidad (e insalubridad), pero no sin antes ser retratada con maestría decadente y enfermiza. Egon Schiele discípulo de Gustav Klimt, sin duda influencia escencial para el trabajo de Araki.

Tuesday, April 25, 2006

un paranoide a la deriva

Me voy a la playa. Ya no queda otro lugar.
Como una mañana calurosa recibida en ácido, buscando zapatillas en el lodo y comiendo uñas ajenas.
El norte es absurdo.
Cojo la brújula y doy media vuelta.
Siempre lo fue.
Over.

Mi enfermedad está subvalorada, porque no es histeria, no es bulliciosa ni me hace quedar como un idiota. Es una enfermedad neutra que bien podría no existir, no causa nada.
Puede que la repulsión instantánea de terceros.
No me quiero reir, porque los tiempos no están para eso. Pero nunca lo han estado.
Sin embargo intento tomar las cosas con humor.
Estoy fuera, absoluta y tácitamente fuera. Como si me hubisen expropiado el alma, o sea todo menos tejidos y sangre.
Uno se puede olvidar de uno mismo. Del hueso hueco y los pendejos incinerados.
No quiero sonar como un imbécil.. Tengo la habilidad de caminar fiambre, completamente en blanco, fétido. Llorado a veces por mi madre, figurando como un recuerdo confuso e intermitente que produce escalofríos.
No creo que nadie haya entendido nada de lo que traté de decir.

Monday, April 24, 2006

supercar - be (PV)

Sunday, April 23, 2006

dormía en su casa

Soñó con ella denuevo. Fué horrible. Esta vez su rostro metamorfo incerto en el cuerpo de Daniela Castillo, más joven seguramente. Exquisita, realmente de lujo. Sosteniendo el estandarte de su equipo. Era porrista o algo. Pasaba las noches en su casa, pero ella no se aparecía. Mientras esperaba, y comía todo lo que encontraba en el refrigerador, se preguntó qué desataba la resurrección onírica luego de que sus ideas estuvieran sometidas a una represión sin remedio y sus impulsos ahumados con desesperanza nihilista. Estaban apartados, nuevamente. La deseaba y ella era una colegiala sin preocupaciones. Bajo cierta luz quería que sufrieras con él, por nada, por lo que sea. Una cara tierna de comprensión y un par de palmadas en la espalda. Sin sobredimencionar las cosas. Le dolía todo por gusto más que por aburrimiento. No confundir con un florero hipocondriaco. Buscó en ústed aquel infortunio que cuando se erradica momentáneo, una quietud extremadamente simple perfila los cuerpos a la exitación venérea. Y puede ser un disparate dicho fuera de esa luz.. pero todo tiene sentido. Un poco deplorables, lo simulan. Estar cercanos a la muerte, abrir los ojos e incorporarse para morir denuevo. El sexo es triste, es por eso que continúan teniéndolo. Él no cree en la fidelidad, ella lloriquea.. y luego al revés.

Wednesday, April 19, 2006

across the lines

las circunstancias
sobre la virtud del hombre, se encuentre éste entre paréntesis o en avanzada ciega
cuando su madre lo llama por teléfono desde la distancia para decirle que no está escribiendo cuerdo, que no suena contento, mucho menos triste.
o al emprender un proyecto de espiritualidad conjunta y terminar en revuelta con los sujetos objeto, rejuvenecidos, probando chocolates, metiéndoles mano.
despertarse de pronto y maldecir el sueño impropio, no saber si confiar en los reflejos o en lo que se extiende hacia el fondo, después de ellos.
dadme más que necesito estar despierto.
para salir de aquí, antes que ustedes.
Tracy Chapman le ha dado un par de puntetes a su novio alcohólico en el trasero y toma el control del volante.
cruza la línea, quién se atreve a ir
bajo los puentes, más allá de las vías
es lo que separa a negros de blancos
como lagartos escurridizos tomando sol.
como luchadores mejicanos que colgaron sus máscaras para reparar televisores.

ire donde sea

Thursday, April 13, 2006

la enfermera adicta

Usted está enfermo.
Y yo soy un idiota.
Y comenzamos al despertarnos como si fuera la primera vez que existimos, juntos, distanciados. A partir de cero. Olvidamos lo que fuimos antes y lo que vamos a ser después.
Preocupados de no quedar completamente solos al final del día, entre paredes vacias. De ver algo nuevo, caminar por las calles y aturdirse con su estridencia, y sus olores
a salchichas y fideos.
Refugiados en los pezones de una visita impaciente, que por unos minutos da un respiro a la impotencia y se marcha satisfecha, hasta entonces.
el miedo acabado, las mujeres-duende adictas a los baños de leche que saltan histéricas en tu cuerpo. El cocinero español y el arroz mezclado con lo que sea para los miserables.