ensayo sin ganas

Vi Garden State y me fui en volá. De cómo todo ha sido como las huevas. Y estoy escribiendo ahora lo que he escrito desde que aprendí a escribir. Sobre cómo ser un mártir inútil en una época relegada. Y el flagelo inoportuno de la espera, de la música lenta y desgarradora. Pero no hay nada que esperar, las huevas pasan.

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mi cama. mis sábanas. tus calzones purpura. mi colección de píldoras. La nevera + el choclo congelado. el VHS del viaje a Rio de Janeiro. tu foto en blanco y negro, destruida y reconstruida.
el mapa de Chaitén. las cosmopolitan. media botella de aceite de oliva. dos muelas. la sopapa del conserje. el poster del lamborghini blanco. mi peluca cyber-andrógena. el jabón líquido con extracto de frambuesas.
y ese hoyo en la pared que ya no sé con que taparlo.

declaracion antipop con ilustracion

[HErbie HAncock - BloW Up ost.]

no sé a que fono pizza llamar. cada uno tiene su gracia. es como cuando estoy mirándole el poto a Jessica Alba, y de pronto, por ventura de mi apetito sexual sobrecargado (y muy reprimido) aparecen las piernas erectas y brillantes de Devon Aoki en una pantallita con stickers de bob pantalones cuadrados. y me pregunto: ¿Cuál está más caliente? y la respuesta es bastante evidente -> ninguna.
yo lo llamo la nueva muerte de dios. la catástasis del pop.
y puede que suene aburrido, que piensen a priori que ya no se como contener mi amargura y que lo único que necesito es expandirla, crear una especie de pop decadente, que se jacte de la miseria.
así yo sería el individuo depresivamente más contento y pensaría que el mundo gira en gran parte para mi. y clamo:
¡hay que extinguir el sentido común. los clanes. la verticalidad perfecta de las piernas de Aoki!
es, al fin y al cabo, un atentado genocida contra mi prosaísmo existencial, en su forma más primitiva... por no decir que prefiero ser un puto mono macaquero con mucha hambre y pocas ganas de escuchar a Tom Jones.