la enfermera adicta
Usted está enfermo.
Y yo soy un idiota.
Y comenzamos al despertarnos como si fuera la primera vez que existimos, juntos, distanciados. A partir de cero. Olvidamos lo que fuimos antes y lo que vamos a ser después.
Preocupados de no quedar completamente solos al final del día, entre paredes vacias. De ver algo nuevo, caminar por las calles y aturdirse con su estridencia, y sus olores
a salchichas y fideos.
Refugiados en los pezones de una visita impaciente, que por unos minutos da un respiro a la impotencia y se marcha satisfecha, hasta entonces.
el miedo acabado, las mujeres-duende adictas a los baños de leche que saltan histéricas en tu cuerpo. El cocinero español y el arroz mezclado con lo que sea para los miserables.
Y yo soy un idiota.
Y comenzamos al despertarnos como si fuera la primera vez que existimos, juntos, distanciados. A partir de cero. Olvidamos lo que fuimos antes y lo que vamos a ser después.
Preocupados de no quedar completamente solos al final del día, entre paredes vacias. De ver algo nuevo, caminar por las calles y aturdirse con su estridencia, y sus olores
a salchichas y fideos.
Refugiados en los pezones de una visita impaciente, que por unos minutos da un respiro a la impotencia y se marcha satisfecha, hasta entonces.
el miedo acabado, las mujeres-duende adictas a los baños de leche que saltan histéricas en tu cuerpo. El cocinero español y el arroz mezclado con lo que sea para los miserables.
1 Comments:
compadre, su letra es excitante y transportadora. es como ir al cine sin necesidad de ir al cine. o pegarse una cachita sin tener que bajarse los pantalones -y buscar con quien bajarse los pantalones-...
un abrazo y visita mi blog:
http://sramana-ok.blogspot.com/
atte. juan luis.
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