Thursday, December 22, 2005

la piel

Estamos practicamente muertos. E inmediatamente su cuerpo mutó, un poco complaciente, como lo había imaginado la noche anterior. O 16 años atrás. Y otra vez, cuando la población escéptica se hizo más influyente y respiraban el olor ecléctico de las avenidas recien emparafinadas. El pánico era evidente. Aún rigiendo una especie de neutralidad insospechada y estéril; en esa época que me creiste un espectro torpe que no se enteraba de las catástrofes, que usaba como almohada cualquier cosa, desde martillos a pedazos de madera mermados por la humedad. Dame un par de cachetazos o una patada en las gónadas lampiñas y traspasaré mi sudor.. maldita perra sintética. Me costó entrar en el juego de la modulación corporal, pero cuando lo entendí fué sencillo mutar como lo hacías tú todo el tiempo. Para variar, para no mirarnos entre las sábanas con repulsión.
Me exilié por ti, sin ti. Y ahora pienso en la posibilidad remota de encontrarnos en algún punto aparte; preferiblemente en un hotelucho de cuarta en el centro de Kracovia, para follar sin remordimientos por dos semanas, despolucionarnos y planear la siguiente parada.
Proceder con la metamorfosis nuevamente, pero la tuya. Porque yo tengo sólo una piel, y no querrás ver mi carne desnuda otra vez.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home