Monday, November 10, 2008

el sacrificio

La niña-carnada tirita dentro de la troka frigorífica

rodeada por cadáveres bovinos

 la gente que come gente y sobre todos pelás rancias que se ofrecen en las carreteras

disueltas más allá entre polvo salino y espejismos

giran aspas electro generadoras y por ahí mismo una turba de leprosos levanta polvo al andar

 mientras:

la siete-plagas y su séquito de bataclanas limpian un arsenal de 9mms masticando chicle de fresa

on-guard para el combate

herr komandant ahumado en mentol  – el maestro sanguchero / chulo /  milico / patriarca / san Nicolás / herr doktor /

da la orden

a sus puestos, perras. Es hora de espumar sus hocicos y roer al visitante hostil  

 Si pudiéramos brindar con una caña de chupilca o jalarnos una conga del carajo. Aquí mismo. Como los patriotas

 como una celebración verde musgo a la muerte.

La pólvora escasea, hermana. Como tu sensatez

 Cuándo van a cerrar locico, maracas, a sus puestos he dicho

 Espero por todos los cielos que mis suboficiales sepan cumplir con su deber, no Raquel, no me refiero a ese de morder

con tus encías sedadas el miembro menguante del cliente.

 No odies a tu mami anzuelo virgen   todo va a estar bien

 Sacadle esas gotas de sudor congeladas, arregladla, no queremos ofrecer un mamarracho  

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